Fuí invitado a dictar una charla como parte de un seminario que se realizará en próximos días, como es el protocolo para estos eventos compartí la información con mis contactos y amigos con el fin de impulsar el evento. Recibí algunos mensajes de respuesta y felicitaciones por el evento, sin embargo, hubo uno que me llamó la atención, fue escrito por una excelente amiga y empresaria quien conozco hace bastante tiempo y me pone en contexto acerca de lo que algunos empresarios piensan con respecto a la capacitación, me permito compartir sus palabras.
“Son tiempos difíciles a nivel de economía y más aun a nivel empresarial. Digamos que en la teoría hay mucho por aprender, sin embargo, en la realidad, en la práctica, digamos son tiempos de economía difícil. Donde incluso la necesidad de capacitarse y actualizarse, queda relegada a que esa inversión sea destinada a necesidades inmediatas. “
Me quede frio con sus palabras y admito que hasta fruncí el ceño pensando que un “No” era suficiente, pero luego volví a leer una y otra vez sus palabras, pensé en las necesidades de los empresarios y el estrés que viven día a día, hay que estar preparados para la guerra en un mercado cada vez más competitivo y no hay tiempo para ordenar las filas, si descuidas el frente alguien lo detectará y posiblemente pierdas una oportunidad y eso es un lujo que las empresas no se pueden dar.
Revisé mis apuntes, el video promocional que había construido para el evento. “2017 y aún nuestras empresas se encuentran en el siglo XX, solucionando necesidades inmediatas porque no hay el tiempo para pensar en el futuro o para pensar en la necesidad de actualizarse.”
Pensé en que valor podría tener una capacitación y se me vino a la cabeza un ejemplo basado en los principios de costos que alguna vez vimos en la universidad. Supongamos que nuestra empresa produce cierto producto que nos cuesta un dinero. La empresa da utilidades, pero mantenemos siempre nuestro equipo trabajando full y las maquinas poco a poco se van desgastando. Alguien ofrece un nuevo método para realizar la producción que reduciría los costos variables, pero requiere de un costo fijo para que se pueda implementar. Esto es lo que comúnmente se llama apalancamiento operativo. Buscar la reducción de costo variable con una inversión en costo fijo. Así las cosas, la capacitación viene siendo ese apalancamiento ya que con conocimiento se pueden mejorar los procesos y si mejoran los procesos reducimos costos y nos convertimos en personas más eficientes y de esta manera movemos a nuestra organización hacia su visión.
La capacitación nos permite tener una visión diferente de lo que actualmente venimos realizando y siempre encontraremos tips que permitan ser incluidos dentro de nuestras organizaciones. En los países industrializados cada vez es más frecuente la capacitación, se abren espacios como TED talks que permiten a las personas recibir calidad de información en tiempos muy cortos; son como pequeñas capsulas de conocimiento comprimido que nos abren el pensamiento y permiten a través de la experiencia apalancar el esfuerzo de otras organizaciones.
